Paso 1:
Conoce los tipos de contrato
Antes de contratar a alguien, es clave entender que no todos los contratos son iguales. Según el tipo de trabajo y su duración, existen distintas formas de vincular laboralmente a una persona.
Elegir el contrato correcto te ayuda a cumplir con la ley, evitar problemas futuros y ofrecer certezas tanto para tu negocio como para tu trabajador.

Tipo de contratos
Contrato Indefinido
Es el contrato más habitual y recomendado cuando se proyecta una relación laboral permanente. No tiene fecha de término, y otorga mayor estabilidad tanto para el trabajador como para el empleador. En caso de despido, puede generar derecho a indemnización dependiendo de la causal invocada o cuando el despido se declara justificado.
Contrato a plazo fijo
Tiene una duración determinada, que no puede ser superior a un año (o dos, si se trata de gerentes o personas con un título profesional o técnico). Es útil para cubrir necesidades temporales, como reemplazos o periodos de alta demanda. Puede renovarse 1 vez. Determinadas situaciones pueden transformarlo en indefinido, como ocurre al prestar servicios discontinuos por 12 o más meses en un período de 15 meses, cuando el trabajador sigue prestando servicios luego de expirado el plazo o cuando se realiza una segunda renovación del contrato de plazo fijo.
Contrato por Obra o Faena
Se usa cuando se contrata a alguien para ejecutar una tarea específica, como una obra, instalación, servicio técnico o proyecto. Termina cuando se concluye la obra o servicio, siendo recomendable señalar en el contrato cual será el hito de término. Es común en rubros como construcción, logística o eventos.
Part-time
Es un contrato de trabajo indefinido, de plazo fijo o por obra o faena, puede pactarse con una jornada “part time”. Su particularidad es que la jornada de trabajo no supera de 30 horas semanales. Ofrece flexibilidad, pero debe estar por escrito y cumplir con las leyes laborales: cotizaciones, liquidación de sueldo y derechos proporcionales al tiempo trabajado.